Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...

Está visto que en esta última semana a UPyD le están creciendo los enanos, y lo que en un principio parecía una pequeña llovizna que pronto escamparía se está convirtiendo en un auténtico temporal que está removiendo conciencias. Reconozco que la estrategia que está adoptando la Dirección está siendo bastante hábil, y es que se requiere de habilidad para dar la vuelta a la tortilla y pasar de ser los responsables de no dar solución a un problema interno, para convertirse en las víctimas de un sabotaje mal intencionado. Y es que es más fácil demonizar a un grupo de personas que están denunciando, primero internamente luego públicamente, una serie de comportamientos contrarios al espíritu del partido que sentarse con ellos, escuchar sus denuncias, hacer autocrítica y poner soluciones ya sea a favor de los denunciantes o de los denunciados.

Hay que destacar que todo este conflicto es un conflicto interno, que las bases ideológicas del partido, las que aparecen en su manifiesto fundacional no se están poniendo en duda, que lo que se pone en duda son los medios que se están adoptando para llevar a cabo este proyecto. Cuando leo frases de Rosa del estilo: “sigamos trabajando por las cosas que verdaderamente interesan y preocupan a los ciudadanos”; estoy plenamente de acuerdo pero no a cualquier precio; no a costa de limitar los derechos de los afiliados (p. ej. el de reunión); no a costa de aplicar la normativa arbitrariamente atentando contra la igualdad de todos los afiliados; no a costa de vetar a determinados afiliados porque suponen un “peligro” a las ambiciones personales de algunos Coordinadores Territoriales; no a costa…; no a costa de justificar los medios empleados en pro de unos fines. Porque en palabras del escritor y pensador Aldous Huxley :“Los medios por los cuales tratamos de realizar una cosa tienen por lo menos tanta importancia como los mismos fines que tratamos de lograr. En rigor, sin en verdad más importantes todavía. Puesto que los medios de que nos valemos determinan inevitablemente la índole de los resultados que se logran; ya que por bueno que sea el bien a que aspiremos su bondad no basta para contrarrestar los efectos de los medios perniciosos de que nos valgamos para alcanzarlo.”

No voy a perderme detallando las actuaciones cuestionables que se han llevando a cabo en el seno de UPyD, porque ya hay otros blogs que detallan dichos acontecimientos y alguien con un mínimo de interés puede acceder a ellos y juzgar por sí mismo en virtud de las pruebas aportadas.

No nos dejemos engañar, no todos los que se les califica como “disidentes” son enemigos públicos, con intereses ocultos y cuya última voluntad es dinamitar un proyecto que en su ideario es revolucionario, no. De hecho, no creo que haya muchos que encajen en ese perfil (no puedo negar que me sorprendieran las declaraciones de Boadella en las que cayó en una descalificación generalizada superficial y carente de contenido). Más bien se trata de personas que han compartido con muchos de vosotros las fatigas de las campañas, el reparto de papeletas, las pegadas de carteles,…, gente que les ha movido la misma ilusión de regenerar la democracia; compañeros que han invertido gran cantidad de su tiempo, esfuerzo y dinero en sacar adelante este proyecto; personas que su delito ha sido denunciar actuaciones injustas sin mirar a otro lado, sin dejarlo pasar, porque transigir con el error es ser cómplice de él. Personas que tras denunciar estos actos por los canales establecidos para ello y tras comprobar la ausencia de respuesta ya sea positiva o negativa se han sentido defraudados, no solo por la indeferencia demostrada sino porque su gesto lo único que les ha aportado es que se le cuelgue el cartel de “apestado /disidente /etc.”; han quedado directamente fuera, han sido perseguidos y su honradez ha sido puesta en duda sin analizar los hechos. No deleguemos nuestro juicio crítico pensando que los que dirigen este barco nunca se equivocan, seamos críticos y demandemos que no se desvíen del rumbo marcado. No podemos mirar hacia otro lado cuando en prácticamente todas las Comunidades Autónomas hay un grito generalizado de descontento, no podemos dejar de preguntarnos ¿qué es lo que está pasando?, sed rigurosos, sacad conclusiones y sed consecuentes.

Personalmente considero que nos habríamos ahorrado todo esto si dentro del partido existieran unos cauces eficaces de diálogo, por el que poder canalizar todas estas cuestiones y darles salida, en lugar de actuar como si no pasara nada.

Toda esta tempestad habrá amainado después del verano, lejos quedarán en la memoria las razones que llevaron a Mikel a dimitir, o las represalias contra los promotores de la página web: “estanoeslawebdeunpyd” o la avalancha de bajas fruto del descontento al comienzo de esta época estival; y volverá a brillar la promesa en ese primer Congreso, con la esperanza de que se abran las puertas hacia un futuro mejor, pero no olvidemos que nada cambiará, si seguimos manteniendo aletargado nuestro juicio crítico, si tenemos condicionada la independencia de nuestra opinión por granjearnos el favor de los de arriba o por mantener una mentalidad servil.

Yo, como ya dije en otro post soy uno de los que firmaron la carta suscrita por Mikel y enviada a Rosa, he tenido oportunidad de conocer abusos de poder ejercidos por personas con cargos de responsabilidad dentro del partido y he visto la respuesta o más bien la falta de respuesta de la Dirección. He perdido la confianza en los dirigentes del partido, y renuncio como tantos otros a dedicar tiempo personal y dinero para alimentar las ambiciones personales de nadie. Como diría Rosa “esto no es a lo que hemos venido” pero es lo que hay, no hay voluntad de cambiar y por eso me voy.

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