Mikel Buesa

Querido Mikel,

No pretendo caer en la adulación, ni soy de los que recurren al halago fácil. Nunca antes había trabajado contigo, ni nunca antes había compartido un mismo proyecto. Había oído hablar de ti, de tu integridad, de tu profesionalidad y porque no decirlo de tu carácter.

Coincidí contigo hará apenas unos meses, y durante este tiempo he podido evidenciar lo que anteriormente eran sólo unas referencias. No fuimos pocos los que sin seguidismos incondicionales nos arrimamos bajo el amparo de la sombra de un gran hombre no para recibir el consuelo que buscan los pusilánimes sino para aunar fuerzas y plantar cara a la sinrazón.

Te erigimos como bandera, izada a la vista de todos los que quisieran ver la verdad, y escuchar la denuncia de las tropelías que se estaban cometiendo en el interior de un partido que se autocalificaba como regeneracionista. No apartaste la mirada, ni tapaste tus oídos sino que por alzar la voz te granjeaste las zancadillas de los rastreros, los juicios de intenciones de los mezquinos, las calumnias de los mentirosos y la desconfianza de una amiga particular antes cercana. Para los que te hemos seguido este tiempo podemos intuir que esto último te ha supuesto el estoque final. Pero no olvides que también te ha traído la cercanía de todos aquellos que cruzaron la línea contigo. Mejor suerte no han corrido los que te acompañaron, cuyas intenciones fueron puestas en duda por los mesianistas quienes veían con recelo nuestro movimientos y nos acusaban de crear un conflicto interno donde antes había paz y armonía, despreciando sin ningún escrúpulo nuestras denuncias y sin cuestionar si quiera su veracidad, tratando de silenciar nuestro grito con la acusación de traicionar “el proyecto” (ironías que tiene la vida).

Ayer mismo el Sr. Gorriarán escupía en su blog un artículo que tras un mensaje de agradecimiento hipócrita pretendía arremeter contra ti y los tuyos, pero que sin darse cuenta supone un homenaje a los atacados y un ataque a los pretendidamente homenajeados pues no son ellos quienes se pueden dar por aludidos por las premisas de este “agradecimiento”.

Me uno a la afirmación que Ángel Soria hace en su blog
Soriaxsoria,, “Yo también soy Mikel Buesa”, yo también firmé la carta dirigida a Rosa Díez en la que se denunciaban las acciones del actual Coordinador de Madrid, Ramón Marcos. Puede que esta carta la den por no recibida por no haber llegado por los canales adecuados, según alegaron, pero no podrán darse por no enterados.

Únicamente nos debemos respeto a nosotros mismos y si actuamos de acuerdo a nuestros principios recibiremos la victoria de nuestra conciencia.

Termino con un poema de Walt Whitman:

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado,

el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.

Gracias a ti y a todos aquellos que creyeron y lucharon por el proyecto original.

Fdo:
Daniel Sanz (nº afiliado 8676)


1 comentarios:

Aurora | 6 de julio de 2009, 14:39

TOUCHÉ CAMARADA


Fuertes besos desde los cuárteles de invierno :)

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