Donde dije digo, digo Diego

El otro día leí en la página web de upyd un artículo en el que se “refutaban” ciertas falacias populares (según calificaba el autor). Lo primero que cabría preguntarse es qué es lo que está pasando para que el responsable de Comunicación y Programación de UPyD hiciera un manifiesto de esta índole. Uno puede estar más o menos al tanto de la corriente que ha desencadenado esta reacción, pero supongo que el que no lo esté tratará de ponerse al corriente y valorar los argumentos de ambas partes sin caer en la irresponsabilidad intelectual del “magíster dixit”.

Únicamente haré mención en esta ocasión a la primera falacia que el autor del artículo intenta refutar en lo que él califica como la “falacia de equiparación Partido-Estado”, según él esta falacia consiste en considerar que el partido debería aplicar internamente los criterios de democracia y pluralidad del programa electoral, a este respecto comienza argumentando que (permitidme transcribir el texto entero): “el programa del partido está concebido para reformar las instituciones básicas del Estado, comenzando por la Constitución, no para “reformarse” a sí mismo Un partido democrático no es un Estado en miniatura, sino una entidad completamente diferente : una asociación de finalidad política, a la vez pública y privada, formada por personas que comparten un ideario y un programa, por lo que el gobierno del Estado democrático no sirve como modelo para el gobierno de un partido.” En lo único que puedo estar de acuerdo es en la obviedad de que un partido político no es un Estado en miniatura. Evidentemente en su organización interna un partido político puede adoptar o no mecanismos democráticos, pero tratar de refutar a aquellos que defienden la democracia interna dentro de UPyD me parece que es un insulto a la razón de aquellos que han apoyado la candidatura de UPyD en las elecciones generales y que han creído en un programa electoral que según se calificaba en el mismo supone un “contrato con los ciudadanos”, me remito a la propuesta nº 15 del punto 2 “Regeneración democrática” del
programa electoral para las elecciones generales 2008:

15 - Democratización interna de los partidos, instaurando la obligatoriedad de la elección directa por los afiliados, o elecciones primarias, de los candidatos a los principales puestos de responsabilidad política. Asimismo se reforzará la protección judicial de los afiliados frente a expulsiones arbitrarias.

Además de lo ya mencionado no deja de sorprenderme que el señor Gorriarán se posicione en contra de esta democracia interna cuando él mismo criticaba a Rajoy por el nombramiento a dedo de toda la cúpula directiva de su partido, esta afirmación la realizaba en un escrito de mayo de 2008 comentando el Congreso Búlgaro de Valencia en donde afirmaba: “Lo que pasa es que esos mismos críticos no parecen capaces, como tampoco Rajoy, de entender el fondo del problema y ofrecer una alternativa real al hiperliderazgo presidencialista, perfectamente expresado estos días en la pretensión de Rajoy de nombrar en persona a toda la cúpula dirigente del partido, de modo que el Congreso del PP se limite a ratificar sus decisiones. Eso, o echarle. No es un abuso de Rajoy, es la consumación del modo de obrar consecuencia del presidencialismo. Una especie de monarquía primitiva donde el reinado del monarca pende totalmente de su capacidad para dar la victoria a su corte y todas las ventajas del poder. El problema aparece cuando el monarca falla: sustituirlo es largo y trabajoso, como bien podrían testificar los socialistas cuando buscaron sucesor a González. Al PP le va a costar encontrar el suyo, para felicidad de ZP". (Gracias Starling por recordarnos estas palabras en tu blog
http://democraciaresponsable.blogspot.com/ , y de las que yo he hecho eco).
Intentar refutar algo que está en línea con el propio programa electoral y al mismo tiempo contradecir sus propias ideas puestas de manifiesto en declaraciones de hace menos de un año deslegitima su credibilidad frente al electorado en primer lugar y frente a los afiliados, porque en qué quedamos señor Gorriarán ¿está a favor de la democracia interna de los partidos o está en contra? Yo ya me lio.

3 comentarios:

Aurora | 2 de abril de 2009, 15:27

Has empezado con fuerza amigo....

Es totalmente claro que el señor Carlos Martínez Gorriarán (lo digo confirmándolo con mi nombre y apellidos no mediante anónimos como ellos) está en contra de la democracia interna. Sino que me lo pregunten a mi que tengo mucho material para argumentar esto... horas y horas más bien...

Sin complejos, como a mi me gusta. Ánimo con el blog!!

starling | 4 de abril de 2009, 13:19

Vamos a seguir dando guerra... ¿han visto la votación ayer en la investidura de Quiroga?... Si es que así no se puede... si no son el perejil de todas las salsas... como niños de icnco años ... p7eus muy bien... ya se han aliado con el nacionalismo. Me ahorro más calificativos para no ensuciar este gran sitio ;-)

Lino Moinelo | 29 de abril de 2009, 2:43

Es muy difícil que desde un partido se logre la democracia. La democracia solo se conseguirá desde la sociedad civil. No obstante un partido tal vez sea una herramienta válida, pero en todo caso, la sociedad civil ha de ser consciente de su papel, y exigirle que cumpla con su programa.

Yo creo que por este motivo, la democracia interna en un partido es muy difícil que se logre. Esperar una decisión del partido para celebrar unas primarias, es muy difícil en un entorno tan sectario políticamente hablando como el español. Haya donde se celebran, son por una voluntad interna del partido sin tener obligación de hacerlo, salvo en los en EUA, que las primarias son organizadas por el estado, no hay escapatoria.

En todo caso, no es coherente ni correcto que si en el ideario original de UPyD se tenía ese compromiso, ahora se venda otra cosa. Pero es lo que hay. A quien no le guste que no le vote. Tal vez no haya que votar a nadie, hasta que no salga un partido que no se posicione políticamente de ninguna forma, y cuya única exigencia sea la de la celebración de un periodo constituyente para reformar el sistema político y la constitución, si hace falta.

Saludos

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